Existen numerosos estudios que relacionan el Bienestar Organizacional con la productividad de los empleados y la sostenibilidad a medio y largo plazo de las empresas. Tanto las actitudes, valores y creencias como las prácticas diarias en la empresa afectan al bienestar físico y mental de los empleados, puesto que un entorno de trabajo inseguro e insano puede provocar estrés mental o emocional a los trabajadores, por no hablar de accidentes de trabajo, enfermedades profesionales, insatisfacción laboral, falta de compromiso, burnout, depresión, violencia en el trabajo… Al final todo esto provoca prácticas de salud inadecuadas como beber, fumar, comer en exceso, adicción a medicamentos o drogas o la aparición de enfermedades crónicas como enfermedades cardiacas, hipertensión, diabetes o cáncer. Asimismo, esto desemboca en absentismo, presentismo, incapacidad laboral temporal o permanente, huelgas, etc.

Por tanto, se incrementan los costes, disminuye la productividad y se empeora la calidad del producto o de la atención al cliente… Hasta que finalmente la empresa acaba en quiebra.

El informe ‘The Workplace Wellness Alliance Making the Right Investment: Employee Health and the Power of Metrics’ del World Economic Forum pone de manifiesto que:

«Puede haber un retorno en productividad entre 4 y 6€ por euro invertido y se puede disminuir hasta un 36% los costes en absentismo, con un retorno de la inversión entre 2,5 y 4,8€ por cada euro invertido en programas de bienestar en las empresas.­ Se pueden disminuir hasta un 30% los costes médicos con un programa de actividad física y buenos hábitos de alimentación».

Por tanto, algunas de las intervenciones que podríamos poner en práctica en nuestra empresa son:

  • Realizar modificaciones en las tareas para reducir la carga de trabajo. ­

  • Sustituir a los directivos o mandos intermedios que presenten estilos de liderazgo inadecuados o entrenarlos en habilidades de comunicación y liderazgo. ­

  • Capacitar a los trabajadores mediante talleres de formación sobre abordaje del conflicto, gestión de emociones, etc. ­

  • Implementar la tolerancia cero para el acoso, el bullying y la discriminación en el lugar de trabajo. ­

  • Establecer permisos o compensaciones por maternidad y paternidad más allá de los establecidos legalmente para favorecer la conciliación.­

  • Habilitar espacios para madres que cuidan a sus bebés, como guarderías de empresa. ­

  • Establecer fórmulas de trabajo y horarios flexibles para favorecer la conciliación de la vida laboral y privada. ­

  • Permitir flexibilidad en la ubicación y el ritmo de trabajo. ­

  • Permitir que los empleados elijan el turno de trabajo.

  • Entrenar a los trabajadores en técnicas de manejo del estrés. ­

  • Introducir prácticas como el yoga o el mindfulness.­

  • Ofrecer Programas de Atención al Empleado (PAE) en los que se ofrece apoyo psicológico confidencial. ­

  • Proporcionar con tiempo la información acerca de los cambios organizacionales. Es importante que seamos honestos.

  • ­Facilitar el ejercicio físico a los trabajadores, ya sea proporcionando instalaciones deportivas dentro de la empresa o subvencionando el coste de un gimnasio externo.

  • Promover el transporte activo (caminar) en las actividades del trabajo, adaptando los procesos y la carga de trabajo. ­

  • Proporcionar y subsidiar alternativas de comida sana en la cafetería y máquinas expendedoras. ­

  • Permitir flexibilidad en el ritmo de trabajo y la duración de los descansos para permitir el ejercicio físico. ­

  • Proporcionar programas sobre tabaquismo (información, fármacos, incentivos) para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. ­

  • Crear e implementar normas internas para no fumar en el lugar de trabajo. ­

  • Implementar campañas para promover los buenos hábitos: actividad física, comida saludable, reducción del consumo de alcohol y drogas, etc. ­

  • Implementar sistemas de rotación de turnos saludables, permitiendo la elección del trabajador en la medida de lo posible, y proporcionar guías para un sueño efectivo y reparador. ­

  • Proporcionar servicios médicos más allá de la vigilancia de la salud obligatoria por ley, es decir, programas de prevención secundaria: cribados de salud, servicios de revisión ginecológica, etc.

Como empresa socialmente responsable es necesario que prioricemos la salud y bienestar de nuestros empleados puesto que ellos son la parte fundamental de nuestra organización, además de que a largo plazo nos genera una serie de beneficios. Cabe decir que hay que tener en cuenta las peticiones de los mismos porque una institución que no atiende a sus empleados ni cubre sus necesidades no puede durar mucho tiempo con los mismos trabajadores.

A veces solo es cuestión de escuchar.

Y tú, ¿escuchas las necesidades de tus trabajadores?

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